Edad Moderna
Siglos XV y XVI
Este período, que pertenece a los Reyes Católicos y a todos los monarcas de la dinastía de los Austrias, corresponden años de poco progreso para la ciudad, pero de gran preocupación por parte de los distintos monarcas para mantener el Puerto como refugio de las Galeras y base de avituallamiento y de partida de Armadas, sin olvidar el continuo acoso de la piratería turco berberisca. Por nuestra parte exponemos, a continuación, lo más significativo de lo gestionado en cada uno de los distintos reinados.
Reinado de los Reyes Católicos (1.474 a 1.517)
La nueva frontera.- Con la reconquista del reino de Granada en 1.492, desaparece la frontera terrestre al Sur del antiguo reino de Murcia, y con ello el peligro de ataques terrestres y marítimos desde los puertos peninsulares reconquistados. Pero la frontera marítima permanecía y Cartagena recobra importancia para el Reino de Castilla como puerto.
Los Reyes Católicos le prestan atención como base de partida para las armadas que habrían de actuar en las acciones bélicas propias de la política exterior española en el Norte de África y en todo el Mediterráneo.
El Informe Guevara.- En estas circunstancias era necesario hacer realengo el castillo de la ciudad y fortalecerlo convenientemente. Esto ocurrirá en el año 1.503, cuando Cartagena pasa a depender directamente de la Corona de Castilla, y nombrado alcalde y justicia mayor, al tiempo que alcaide del Castillo, el comendador Nicolás Guevara, envía un memorial a la reina Isabel, proponiéndole la conveniencia de poblar Cartagena así como las medidas que sugería para este fin, exponiéndole del estado defensivo de la ciudad: «…sin Cerca, ni reparos, ni guardas, ni artillería…». Cinco años después de la emisión del informe de Guevara, se nombró con fecha 20-09-1.508 a DIEGO DE ORTIZ para hacerse cargo de la Fortaleza de la Ciudad de Cartagena (Alcaide), la cual: «tenía pertrechos, bastimentos y artillería…».
El bombardeo de Cartagena en 1.516.- La necesidad de mayor atención defensiva resultó más que justificada cuando Cartagena, es atacada y bombardeada, en el año 1.516, por naves genovesas. Este acontecimiento reclama mayor atención para las defensas marítima de Cartagena, no solo por la seguridad de sus habitantes sino también por haber sido atacada una de las armadas que se preparaban para socorrer a Argel.
Reinado de Carlos I
A Carlos I, los reinos heredados de sus padres y abuelos y la elección como emperador de Alemania, le obligaron a una mayor intensificación de la política Mediterránea, de la que no podía quedar exenta el puerto de Cartagena. Pero la verdadera preocupación por esta plaza, no se iniciará hasta el nombramiento de Andrés Dávalo como corregidor de las ciudades de Murcia, Lorca y Cartagena en 1.540.
El proyecto Dávalos.- Lo primero que hizo Dávalo fue enviar al rey un Plano del Proyecto Dávalos en 1.540, proyecto para la fortificación de Cartagena. Por estas fechas se produjo el fracaso de la expedición castellana a Argel, dejando una situación aún de mayor riesgo en nuestras costas por el aumento de la actividad pirata de los norteafricanos.
El Emperador, al regreso de aquella expedición, hizo escala en Cartagena acompañado del famoso maestro ingeniero Juan Bautista Antonelli, y una vez reconocida la situación, decidió, no sólo fortificar la ciudad, sino además comenzar una obra tan importante como las ATARAZANAS REALES, fábrica de bastimentos de boca y guerra, que posteriormente fue conocida como CASA del REY.
Hasta Dávalos, generalmente siguiendo la tradición medieval, se daba la mayor importancia a la defensa del Castillo, como testimonio del poder real, incluso en detrimento de la propia población, y el puerto quedaba fuera de la protección eficaz por parte de la artillería de la fortaleza. Sólo se pensaba en la defensa del Castillo, y el pueblo no tenía cobijo en el mismo.
Dávalos trató de modificar este criterio y se planteó como muy importante la defensa del puerto por el temor a la piratería, sin olvidar a la población civil que también participaba en esta defensa. Para ello propuso importantes reformas en el Castillo así como la construcción de un muelle y de una muralla que encerrase a la ciudad y que diera seguridad a los vecinos al tiempo que protegía el Puerto.
La muralla del Deán.- Es digno de destacar la presencia de un importante personaje, Sebastián Clavijo (El Deán), que permanecía en Cartagena como proveedor de armadas, y que inició la realización de las obras necesarias para las fortificaciones proyectadas por Dávalos.
Sin embargo las obras del Deán fueron suspendidas en 1.545 por la intervención del Capitán General de las Galeras de España, para quien lo más importante era la defensa del puerto y la seguridad de sus galeras reales refugiadas en él. Con la suspensión de las obras la ciudad quedaba indefensa ante un simple ataque de unas docenas de moros desembarcados en las Algamecas o Escombreras.
Sin embargo, a pesar de no llegar a terminarse estas murallas (del proyecto Dávalos), lo construido de ellas se le conoce como «Murallas del Deán», que al parecer no eran abaluartadas sino, más bien medievales, sobre la base de lienzos y torreones cilíndricos.
Reinado de Felipe II (1.556 a 1.598)
Nuevo empleo de la artillería.- Durante este reinado el escenario de las grandes guerras españolas se traslada a Flandes, y será allí donde se perfeccionó la guerra de sitios, con el empleo de cañones. La Artillería del Monarca brilla a gran altura en Limburg, Tournay y Maestrich, pero de forma progresiva se vislumbró una disminución de la efectividad del fuego artillero sobre las plazas, que puede ser atribuida a la perfección en las técnicas de construcción de las fortificaciones.
Nuevas técnicas en la construcciones de fortalezas.- Fue importante para los sistemas de construcción de fuertes y murallas, el descubrimiento, de forma experimental del comportamiento de los proyectiles de cañón sobre la tierra poco compactada, la cual absorbía la bala y reducía enormemente sus efectos. De aquí nació la combinación constructiva «Muro-Terraplén de tierra», sistema que ha llegado hasta las más modernas fortificaciones. Dicha técnica fue mal empleada en la construcción de las «murallas de Antonelli» de Cartagena, como trataremos más adelante.
La necesidad de una muralla.- Cartagena.
Siglo XVII
Reinado de Felipe III (1.598 a 1.621)
Cuando comienza el Siglo XVII el puerto de Cartagena se había convertido en la principal base logística y operativa para las galeras reales en el Mediterráneo, su posición de flanco sobre las rutas que convergían sobre el Estrecho de Gibraltar y de asistencia a los puertos norteafricanos era privilegiada.
La ciudad conservaba muy deterioradas las murallas de Felipe II y el Castillo que empezaba a contar poco en el orden defensivo de la Plaza. A partir de este momento fueron los baluartes las obras que cobraron una importancia esencial para el emplazamiento de la artillería.
Reinado de Felipe IV (1.621 a 1.665)
Experiencia de Trincabotijas.- En los primeros años del reinado de Felipe IV, ante la persistente amenaza y los ataques de la piratería, y la situación internacional, las autoridades reales sienten la necesidad de fortificar la bocana del puerto, frente a la oposición de las autoridades locales que apostaban más por la fortificación de la plaza.
Pero no se hizo nada ni en un sentido ni en el otro, solo se realizó la llamada experiencia de Trincabotijas, que demostró que una culebrina colocada en esta posición podía batir y defender la entrada al Puerto, las dos Algamecas y Escombreras. A pesar del éxito de esta experiencia no se artilló la Trincabotijas.
Reinado de Carlos II (1.665 a 1.700)
Invernaje de las galeras.- A la administración real sólo le preocupaba el estado de defensa del puerto, aunque paradójicamente las obras de defensa que se verificaron no influyeron en mejoras para sus vecinos. Los escasos habitantes, de la ciudad, unos 800 vecinos, son castigados por las epidemias y los crecidos impuestos, y se veían imposibilitados para el desarrollo industrial y comercial.
La gran importancia del puerto militar se verá incrementada, en este reinado, con la decisión real (1.668) para que la escuadra de galeras invernara en Cartagena. Fue esta decisión de gran trascendencia para el futuro de Cartagena.
Artillado de Trincabotijas.- Las rivalidades internacionales y los ataques de la piratería, obligan a artillar, por fin en 1.672 la batería de Trincabotijas (en la punta de Levante de la Bocana) y en 1.686 se artilla la Punta de Poniente (la Podadera). Estos artillados, con cuatro piezas en cada batería, fueron posible gracias a la aportación económica del pagador de las galeras por orden del duque de Veragua.
Otra obra financiada por el pagador de las galeras fue la construcción del almacén para pólvoras del baluarte de Las Beatas, que sustituía a la vieja Casa del Rey, y evitaba el peligro que su presencia suponía para la ciudad, más aún, después de la voladura ocurrida en 1.640.
Resumen de las fortificaciones realizadas hasta el año 1700
Resumimos, a continuación, cuantas fortificaciones se realizaron en Cartagena hasta la fecha indicada, indicando su situación en el plano correspondiente.
Plano 1
Plano 2
Plano 3
Castillo de la Concepción.- Restaurado.- Plano 3.- nº 42.
Baluarte de la Gomera.- Plano 3.- nº 35.
Baluarte del Cautor.- Desaparecido.- Plano 3.- nº 24.
Murallas de Carlos I o del «Deán».- Algunos restos.- Plano 3.- nº 20 y 27.
Murallas de Felipe II o de «Antonelli».- Desaparecida.- Plano 3.- Línea Roja.
Casa del Rey.- Solo se conserva el escudo en piedra de la fachada del edificio en la calle de Intendencia.- Plano 3.- nº 12.
Almacén de pólvora de Las Beatas.- Plano 3.- nº 28.
Batería de Trincabotijas.- Plano 2.- nº 27.
Batería Punta de la Podadera.- Plano 2.- nº 16.
Torre de la Campana.- Plano 1.- nº 3.
Torre del Moro.- Plano 1.- nº 18.
Torre Rubia.- Plano nº 1.- nº 19.
Torre de Nicolás Pérez.- Plano 1.- nº 11.
Torre Blanca.- Plano 1.- nº 25.
Torre del Negro.- Plano 1.- nº 21.
Torre de la Azohía.- Plano 1.- nº 5.
Torre de Portman.- Desaparecida.- Actual Faro.
Torre de cabo de Palos.- Desaparecida.- Actual Faro.
Torre del Estacio.- Desaparecida.- Plano 1.- nº 24.
Torre de la Encañizada.- Desaparecida.- Plano 1.- nº 23.
Torre de San Pedro del Pinatar.- Desaparecida.- Plano 1.- nº 22.
Siglo XVIII
Esta centuria supuso para Cartagena la configuración de la traza urbanística definida por la Muralla de Carlos III, y el asentamiento de unas instalaciones logísticas para el servicio de la Marina y el Ejército, que constituyeron la base fundamental de la economía, industria y vida social de la ciudad, al menos hasta mediados del siglo XX.
Fue en el Siglo Ilustrado (el XVIII) cuando Cartagena optó por estar al servicio de la organización defensiva, convirtiéndose en un verdadero enclave para la industria naval militar, y cerrándose tal vez a otro tipo de desarrollo económico. Y esto ocurrió al tiempo que la ciudad crecía espectacularmente en número de habitantes. Para Cartagena el establecimiento del Departamento Marítimo, marca el punto de inflexión en su historia moderna. Es el hecho clave que condicionará su devenir durante más de 150 años.
El sistema abaluartado, la Escuela Española.- A las fortificaciones construidas en Cartagena, castillos y murallas, hemos de considerarlas, dada su fecha de ejecución, en la segunda mitad se Siglo XVIII, como perteneciente al Sistema Abaluartado de la Escuela Española (ver en 4 Sistemas Abaluartados), realizadas por unos ingenieros de alta preparación técnica y muy experimentados, auxiliados por unos equipos de subalternos de gran conocimiento de su oficio. Todo este personal estaba altamente influenciado por las obras realizadas en Ultramar durante los siglos XVI y XVII, que dieron origen a dicha técnica. En nuestros castillos y murallas aún podemos contemplar, gracias a Dios, una serie de elementos comunes, característicos del «Sistema Abaluartado de la Escuela Española» tales como: el cordón, las garitas con sus bellas ménsulas rematadas por el pie de lámpara, los fuertes y robustos merlones y antepechos o barbetas, las escaleras de caracol, las bóvedas a prueba, los fosos secos, las aljibes o cisternas en cruz, y otros muchos que han desaparecido como pudieron ser los puentes levadizos, estradas encubiertas o caminos cubiertos, etc.
La Guerra de Sucesión.- Comienza este siglo con la Guerra de Sucesión; Cartagena es conquistada por los ingleses en nombre del pretendiente al trono español, el archiduque Carlos de Austria, el 24 de Junio de 1.706.
Durante los cinco meses de ocupación los conquistadores y para fortalecer la plaza cubrieron con una muralla de «tapial» el frente de la parte que después fue Puerta de San José, construyeron la torre de San Julián y asentaron baterías en los Picachos (al sur de Atalaya) y en el cabezo de Los Moros. Pero Cartagena fue recuperada por el duque de Berwick, para Felipe V, el día 19 de Noviembre del mismo año.
Estas fortificaciones realizadas por los ingleses vinieron a confirmar la célebre teoría de «los padrastros»: la necesidad, por parte de los defensores, de ocupar aquellas alturas exteriores a la plaza, que al caer en manos del sitiador «… dominan, enfilan y molestan, el espacio interior…».
Creación del Departamento Marítimo y el Arsenal.- Será Felipe V el que toma la determinación de crear los departamentos marítimos de Cádiz, El Ferrol y Cartagena (R.O. de 1.726). Es esta una fecha que marca un hito fundamental para la historia de Cartagena, e impulsa su modernización, ya que para estas ciudades suponía la construcción de los respectivos arsenales, semejantes a los de Francia, Inglaterra o Rusia.
Durante el Siglo XVIII se iniciará un verdadero desfile de ingenieros militares por Cartagena, que protagonizaron el diseño y la dirección de obras de las fortificaciones defensivas que han llegado hasta nuestros días.
En el mismo año de 1.726, llegó a Cartagena el ingeniero militar Antonio Montaigut de la Perille, con el encargo real de construir una «base naval» (del nuevo departamento marítimo), en vez del tradicional puerto refugio para galeras y navíos, decisión que implicaba la transformación de la ciudad de Cartagena en «plaza fuerte». Para ello realzó un primer proyecto que fue aprobado por R.O. de 13 de Junio de 1.731, después de haber colaborado en el mismo el ingeniero militar Alejandro Rez, que había llegado a Cartagena en el año 1.728.
El proyecto consistía en habilitar para las embarcaciones la actual dársena del Arsenal, que era la desembocadura de la rambla de Benipila, y que se hallaba casi colmatada por los arrastres de dicha rambla. Por ello era indispensable el desvío de la rambla a la Algameca Chica, para lo que se ejecutó la obra de la Cortadura y la construcción de un malecón, que posteriormente serviría de base para la construcción de la Muralla de Carlos III.
Gran importancia tuvo la incorporación del Ingeniero Sebastián Feringán Cortés, que llegó a Cartagena el 11 de Septiembre de 1.728 como segundo en las obras, pero sería el alma de ellas. Desde esta fecha, fijó su residencia en la ciudad ocupándose de numerosas obras en toda la provincia.
El despliegue de baterías de costa, de Panón.- Otro importante ingeniero será Esteban Parnón intervino en los proyectos y construcciones del sistema defensivo de la Bocana, con sus nueve baterías, que siguiendo la costa de Poniente a Levante son:
En el «Frente Derecho», San Fulgencio (o del Collado), Punta de la Podadera, Fuerte de Navidad, Espalmador (o de los Apóstoles)
En el «Frente Izquierdo» San Leandro, San Isidoro y Santa Florentina (ambas formaban una sola posición), Fuerte de Santa Ana, y Trincabotijas.
Las baterías de ambos frentes defendía la entrada al Puerto contra un posible enemigo, cruzando sus fuegos. Además, en el Frente Derecho las del Collado y la de la punta de la Podadera, batían la ensenada de las dos Algamecas y, el Frente Izquierdo, la de Trincabotijas batía la ensenada de Escombrera.
Además, Panón diseñó el canal de comunicación del Espalmador a la actual dársena del Arsenal, para permitir el paso de los navíos de alto bordo, y el malecón para conducir las aguas de la rambla de Benipila a la Algameca.
El conde de Aranda y la Muralla de Carlos III.- En visita realizada a Cartagena en los meses de junio y julio de 1.765, el Conde de Aranda como Capitán General de los reinos de Valencia y Murcia, advirtió que las obras del Arsenal se encontraban en estado muy avanzado, pero sólo se había previsto su seguridad, aislándolo de la Plaza por un muro que únicamente daba resguardo contra la población civil, pero resultaba totalmente inadecuado contra un ataque enemigo exterior que lograra desembarcar en las proximidades de Cartagena, especialmente en las Algamecas, a pesar de las baterías ya mencionadas.
Aranda envió un informe al Ministro de la Guerra, y en el mes de noviembre del mismo año Carlos III dio orden al ingeniero militar y brigadier del Ejército Pedro Martín Zermeño para que se presentase al Conde de Aranda para recibir instrucciones a fin de la fortificación de la Plaza.
Consecuencia de estas intervenciones de Zermeño, y más tarde de su sustituto el también ingeniero militar Llobet, durante un período de 44 años (1.755 a 1.799) fueron realizados los proyectos y las obras siguientes: La Muralla; castillos de Atalaya, Galeras y Moros; Hospital Real (de Marina); Maestranza de Artillería (Parque); Cuartel de Antiguones y remate de las baterías iniciadas por Panón.
Será en este período donde se configura y construye el definitivo «sistema defensivo» que ha llegado hasta estos días, salvando lo concerniente a los planes de O’Donnell y Primo de Rivera de los que trataremos más adelante.
Las obras del Arsenal seguirán su curso de la mano de los ingenieros Sebastián Feringán Cortes, Mateo Vodopich y Francisco Llobet, durante los años comprendidos entre 1.750 a 1.782, con las importantes colaboraciones de los marinos Jorge Juan y Antonio Ulloa.
Resumen de fortificaciones del siglo XVIII
Resumimos, a continuación, cuantas fortificaciones se realizaron en Cartagena durante el siglo XVIII, indicando su situación en el plano correspondiente.
Plano 1
Plano 2
Plano 3
Torre de San Julián (en el castillo del mismo nombre).- Plano 2.-nº 32.
Batería de San Carlos.- Desaparecida.- Plano 3.- nº 47.
Batería de San Alejo.- Desaparecida.- Plano 3.- nº B.21.
Batería Doctrinal.- Desaparecida.- (es el actual Carenero de E.N. Bazán. (Izar).
Batería de Enseñanza.- Desaparecida.- Lo Campano en Santa Lucia.
Batería del Arsenal.- Desaparecida.- Plano 3.- nº 10.
Batería del Apostolado.- Desaparecida.- Plano 2.- nº 10.
Batería del Collado o de San Fulgencio.- Plano 2.- nº 12.
Baterías del Soto de San Juan (Fajardo).- Plano 2.- nº 13, 14 y 18.
Batería de San Leandro.- Plano 2.- nº 26.
Baterías de San Isidoro y de Santa Florentina. Plano 2 nº 24.
Castillo de Galeras. Plano 2. nº 11.
Castillo de Atalaya. Plano 2. nº 6.
Castillo de los Moros. Plano 2. nº 22.
Fuerte de Santa Ana. (Santa Ana Acasamatada). Plano 2. nº 23.
Murallas de Carlos III. Plano 3. Formada por los baluartes B.19, B.20, B.21, B.22, B.24, B.1, B.2, B.3, B.4, B.5, B.6… continuando hasta el Castillo de Galeras.
Arsenal Militar. Plano 3.
Hospital Real. Plano 3. nº 53.
Cuartel de Antigüones. Plano 3. nº 56.
Parque de Artillería. Plano 3. nº 19.
Cuartel de guardiamarinas.